Hay marcas que te entran por los ojos… y otras que te tocan el corazón. Esa es la diferencia entre un diseño correcto y un diseño emocional: el primero transmite información; el segundo, conexión.
Como ya sabéis, cada día recibimos cientos (miles) de estímulos visuales y publicitarios distintos. Por eso, el diseño ya no compite solo por ser “bonito” o “moderno”, sino por generar una experiencia significativa. Que nos marque. Que recordemos. ¿Cómo? Despertando emociones, evocando recuerdos, provocando sensaciones. Porque si una marca te hace sentir, es más probable que la recuerdes, la sigas… y la elijas. Hoy, en Tangram, te contamos cómo podemos apostar por este tipo de comunicación.
El diseño emocional no es una tendencia: es una estrategia.
No se trata solo de usar colores cálidos o imágenes cercanas. Es entender a quién te diriges, qué le preocupa, qué sueña, qué le hace sonreír. Y traducir todo eso en una identidad visual coherente, empática y reconocible. Algunas características de una marca que apela a lo emocional:
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Habla con tono humano.
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Diseña pensando en el estado de ánimo de su público. Sus «dolores», sus motivaciones…
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Cuida los pequeños detalles: desde el pequeño texto de un botón de su web, hasta la textura del packaging.
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No teme mostrar vulnerabilidad o autenticidad.
Por ejemplo, una tienda de cosmética natural puede optar por un diseño limpio y minimalista… o por uno cálido y nostálgico que recuerde a los cuidados de nuestras abuelas. Ambos pueden funcionar, pero uno apelará a la razón y otro, al corazón.
¿Cómo aplicar esto en tu marca?
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Escucha antes de diseñar. ¿Qué dicen tus clientes cuando hablan de ti? ¿Qué emociones asocian con tus productos o servicios?
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Piensa en sensaciones, no en modas. ¿Qué quieres que sienta alguien al ver tu web, tu logo o tus redes? ¿Tranquilidad, energía, confianza?
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Diseña experiencias, no solo imágenes. Desde el primer clic hasta el email de postventa, todo comunica.
El diseño emocional no es solo estética: es identidad, es personalidad y, sobre todo, es empatía. Es la diferencia entre gustar y enamorar. Es conectar con tu audiencia, y nosotros, en eso, somos expertos y podemos ayudarte.
Y tú, ¿has pensado en qué emociones despierta tu marca?