Ideas de workflows que te ahorrarán horas de trabajo

12/12/2025

Dinos si esto te suena: Estás tan metido en gestionar tu proyecto, ventas y clientes… que se te olvida planificar y/o gestionar tu contenido. Y, además, al relegarlo al último lugar, nunca obtienes los resultados (o conversiones) que esperabas. Si te ha pasado, bienvenido. Hoy, en nuestro blog, te contamos cómo planificar workflows claros, repetibles y eficientes que te permitirán mejorar tu contenido… y ahorrar tiempo de trabajo. 

Los workflows como sistema de trabajo

Un workflow es un flujo de trabajo: una serie de pasos organizados, que integrar en tu estrategia de forma repetida, y que te permiten realizar una tarea siempre de la misma forma, de manera más rápida y eficiente. En marketing, sirve para reducir decisiones, evitar caos y ahorrar horas. Te contamos cómo integrarlos punto por punto:

1. Define un sistema de ideas 24/7

El primer cuello de botella suele ser la creación de ideas. No siempre estamos inspirados para escribir nuestra NL, entrada de blog o subir contenido en redes. Para evitar “quedarte en blanco”, necesitas un sistema donde las ideas se recojan de forma automática. Puedes usar Notion, Trello o las notas del móvil: lo importante es que esté siempre accesible. Puedes probar a configurar tres secciones:

  • Ideas rápidas (algo que se te ocurre sobre la marcha).

  • Ideas potenciales (conceptos a desarrollar).

  • Ideas para más adelante (tendencias, temas de temporada o campañas futuras).

Cada semana, dedica unos minutos a limpiarlo y clasificarlo. Solo este hábito reduce las horas de brainstorming.

2. Planifica en bloques, no día a día

Toca abandonar la improvisación. Trabajar en bloques semanales (o quincenales e incluso mensuales, depende de lo organizado que seas) te permite concentrar tareas similares. Un ejemplo de sistema de trabajo eficaz sería:

  1. Revisar objetivos del mes.

  2. Seleccionar 8–12 ideas para convertir en contenido.

  3. Elegir formatos (reel, carrusel, post largo, story).

  4. Asignar fechas en el calendario editorial.

La clave está en evitar microdecisiones. Si ya está decidido qué va cada día, crear contenido es mucho más rápido.

3. Crea plantillas reutilizables

Pocas cosas ahorran más tiempo que un buen set de plantillas acorde a tu imagen de marca. Plantillas que puedes tener creadas (en Canva, por ejemplo, que puedes editar fácilmente) y reutilizar cuando quieras. Por ejemplo:

  • Portadas de reels

  • Estructuras de posts educativos

  • Plantillas guardadas de reels (en capcut, por ejemplo)

  • Copywriting para llamadas a la acción

  • Stories recurrentes (testimonios, novedades, “detrás de cámaras”)

Con esto, cada nueva pieza de contenido empieza a mitad de camino en vez de desde cero.

4. Usa IA como asistente, no como creador principal

De cómo integrar la IA (y la imagen negativa que todavía se tiene de esta herramienta) ya te hemos hablado un poco en entradas anteriores. Hoy te recordamos que el objetivo no es que la IA haga tu contenido, sino que agilice tareas. Por ejemplo:

  • Convertir una idea en un guion rápido.

  • Resumir contenidos extensos.

  • Formular preguntas.

  • Crear una primera versión de un copy para luego pulirlo.

Lo más eficaz es integrar la IA dentro de tu workflow: idea → guion → copy → diseño → publicación, dejando que intervenga solo en los puntos donde más tiempo pierdes.

5. Automatiza lo que no requiere tu criterio

Estamos seguros de que ya sabes cómo programar las publicaciones de tus redes, blog, NL, etc., para no estar pendiente de enviarlo en el momento correcto, pero todavía puedes ir más allá:

  • Con respuestas automáticas (en whatsapp, en correo, en mensajes de Instagram…) para avisar de horarios cuando estás cerrado, servicios, etc.

  • Stories automáticas para contenido recurrente. Por ejemplo, presentando tu tabla de precios.

  • Publicación simultánea en plataformas secundarias.

6. Haz una revisión semanal

La parte más olvidada de cualquier estrategia de marketing es la revisión. Nuestra recomendación es que revises qué contenido ha funcionado, qué procesos puedes mejorar y si hay posibilidad de que automatices algo más.

Y, en función de los resultados puedes decidir qué contenido funciona (y puedes potenciar), cuál obtiene peores resultados etc. En resumen: un buen workflow te regala horas —y claridad— para centrarte en lo que realmente importa: crear contenido que haga crecer tu marca.

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