Cómo medir el retorno de inversión (ROI) en marketing sin volverte loco

24/10/2025

¿Sabes que es el ROI? Se trata del retorno de la inversión (ROI) en marketing, y es uno de los mayores quebraderos de cabeza para cualquier empresa. Sabes que tus acciones están funcionando “porque hay movimiento”, pero cuando llega el momento de justificar el presupuesto, los números no siempre son tan claros. ¿Te suena? Tranquilo: calcular el ROI no tiene por qué ser una pesadilla. Hoy, en Tangram te contamos cómo medir tus resultados de la forma más sencilla posible.

Pero primero… ¿Qué es el ROI?

El ROI (Return on Investment o retorno de inversión) es un indicador que mide la rentabilidad de una acción o campaña, comparando lo que has ganado con lo que has invertido.

En otras palabras, te dice si el dinero que has destinado al marketing —por ejemplo, en publicidad, redes sociales o eventos— ha generado beneficios, pérdidas o simplemente se ha compensado.

¿Cómo lo medimos?

Te dejamos unas claves para que puedas medirlo correctamente y empezar a trabajar los resultados:

  1. Empieza por definir objetivos claros: El error más común es medir sin saber qué estás midiendo, y tener objetivos definidos te permitirá asociar métricas relevantes y evitar perseguir datos que no aportan valor. Antes de pensar en números, pregúntate: ¿qué quiero conseguir con esta acción? No es lo mismo buscar visibilidad de marca que captar leads o aumentar ventas. Cada objetivo tiene sus propios indicadores:
    1. Branding: alcance, notoriedad, menciones, tráfico web.
    2. Leads: formularios completados, suscriptores, descargas.
    3. Ventas: conversiones, ingresos, coste por adquisición (CPA).
  2. Calcula el ROI (sin miedo a las fórmulas): La fórmula clásica es sencilla: ROI = [(Beneficio obtenido – Inversión) / Inversión] x 100. Por ejemplo, si invertiste 1.000 € en una campaña y generaste 3.000 € en ventas atribuibles, el ROI sería del 200%. Pero ojo: este cálculo solo tiene sentido cuando puedes atribuir con precisión los resultados a una acción concreta. En marketing digital, eso implica configurar correctamente tus analíticas (Google Analytics, Meta Ads, CRM, etc.) y etiquetar las campañas desde el principio.
  3. Usa métricas complementarias: El ROI puro no siempre cuenta toda la historia. Hay acciones que no generan beneficios inmediatos, pero sí construyen valor a medio plazo. Por ejemplo:
    1. El engagement en redes sociales no siempre se traduce en ventas directas, pero mejora la percepción de marca.
    2. Un evento corporativo puede no ser rentable el primer mes, pero generar oportunidades comerciales durante meses.
    3. Por eso, además del ROI, conviene analizar indicadores como el Customer Lifetime Value (CLV), la retención de clientes o el costo por lead (CPL).
  4. Automatiza y simplifica: Si intentas hacerlo todo a mano, es normal acabar perdido entre hojas de cálculo. Hoy existen herramientas que integran y cruzan datos automáticamente: HubSpot, Google Data Studio (Looker Studio), Metricool o incluso dashboards personalizados con Excel o Notion. Automatizar te ahorra tiempo y reduce errores humanos, además de permitirte tomar decisiones más ágiles.

A pesar de todo, debemos aceptar que el ROI no siempre es inmediato, y que los resultados en marketing a veces tardan, y esto exige paciencia. Las campañas de branding o contenidos pueden tardar meses en reflejar resultados concretos, pero eso no significa que no funcionen. La clave está en combinar métricas de corto y largo plazo y mantener una visión global. Y, si necesitas ayuda con tu estrategia de marketing, recuerda que en Tangram somos expertos y podemos ayudarte.

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