Dentro del mundo de la publicidad hay una gran terminología, la cual a veces puede llevar a errores a muchas personas como por ejemplo las palabras branding y marketing, algo que en ocasiones puede llegar a confundirse, pero no gramaticalmente sino en su significado dado que ambas tienen una raíz similar y en ambas se realizan diferentes acciones que permiten llegar a alcanzar diferentes propósitos, en este caso dentro de la publicidad.
A pesar de que ambas palabras son diferentes, esa raíz de la que os hablábamos nos permite conocer que tienen más en común de lo que podemos llegar a pensar, aunque a veces sea una relación a la inversa. Es decir, ambos tienen una clara conexión con el entorno, uno más emocional y otro más racional.
En este aspecto, el branding trabaja sobre la visión que tiene la sociedad o un grupo de personas mientras que el marketing lo hace bajo el punto de vista de un mercado de intercambios. El marketing trabaja desde dentro hacia afuera y el branding desde fuera hacia dentro.
Tanto marketing como branding tienen tres premisas que resultan completamente indiscutibles. En caso del marketing se tienen muy presentes las características, el precio y la forma de hacer llegar el producto a los clientes potenciales. En el caso del branding sus tres premisas son: valor, identidad y estrategia de marca.
Estas dos palabras y herramientas persiguen lo mismo, llevar una imagen de una marca, producto o empresa hacia las personas, uno con propósito de venta o al menos de que prueben el producto y el otro para que la gente reconozca más esa firma o empresa en especial.
El branding es el que aumenta el valor de una marca y quien puede marcar la diferencia respecto a los demás. El marketing es un complemento ideal en cualquier campaña donde una acción de branding esté presente.
No hay duda de que el marketing puede contribuir mucho a una marca, pero el branding siempre será mucho más grande que una campaña de marketing, por muy grande y derrochadora que esta sea. La marca es lo que al final se le queda a la gente, lo que asocia a un producto o servicio, independientemente de si se ha comprado o no.
Ambos son buenos, ambos son complementarios y necesarios en una buena estrategia, algo que podemos ver en muchas de las campañas que vemos a diario en los medios de comunicación como televisión, prensa y revistas o en Internet, otro de los grandes pilares de la publicidad actualmente.
